Nada más pasar los Pirineos, nos encontramos esto en toda Francia (pero muy rotas y con huecos para mantener la altura).
Campo de vuelo de Montpezat (comida y repostaje).
Tomando un refrigerio ántes de comer.
Francia, toda así de verde. El Loire en primer plano (en sus alrededores se encuentran todos los castillos).
Campo de Ancenis, donde hicimos noche al viernes (tan solo resaltar un pequeño problema con un chispassssss, que no dominaba tan bien los circuitos eléctricos).
Los jinetes sin sus monturas (después de 6 horas de vuelo, no está tan mal esto de los ultraligeros, desayunas en el norte de España y cenas a 250 Km de París).
He aquí el por qué, de nuestro viaje (castillos en un estado nada comparable a los españoles). Porque a eso fuimos, no penséis que 4 días de vacaciones, sino a fotografiar castillos y más castillos, porqueeeeee, no se quien nos lo pidió.
El Loire es espectacular y con un montón de islotes como éste.
También los había en medio de las ciudades.
El de Villandry, tiene unos jardines espectaculares.
Otro en medio del pueblo.
Campo de Amboise-Dierre, nuestra base durante dos días.
Como no se portaron nada mal, había que darles de beber... y taparles para que durmieran calentitos.
Algo apretados en lo único que encontramos, un Fiat Panda (eso sí, 4x4).
Paisajes siempre verdes y muy poblados.
Otra remesa de los castillos más bonitos que hicimos en nuestra ruta Este.
Y por fin, llegamos al más espectacular. Nunca habrás visto un castillo, hasta que no veas el de Chambord. No tiene palabras para describirlo.
Habitación del Rey.
Había varios de tamaño unifamiliar (vamos, de estos que te los llevas en la maleta). Es que después de haber visto el anterior, los demás te parecen poca cosa.
... y con las torres bien redonditas (si es que hemos visto de todo).
Y llegando al final, descubrimos otro bien guapo, el de Chanonceau. En medio de una extensa arboleda y río (alguien da más).
Menos mal que como se puede ver en ésta foto, estuvo un poco nublado todos los días, hizo bueno pero sin achicharrarnos.
...Luisus leonesus, especie en extición, que también deambulaba por Francia (sin comentarios). Si es que no se les puede dejar salir de casa... (allá por donde van, dando la nota).
Descansando, después de una jornada en la que no sobraron ni cinco minutos.
Ya de vuelta el Lunes 21, paramos en un campo intermedio a estirar las piernas (Saint Junien).
Después de esto paramos en Montpezat de nuevo, para comer y dar de beber a nuestras monturas. Posteriormente tiramos rumbo a San Torcuato-Logroño (cacho en el que nos encontramos mucho viento y algún que otro sobresalto), para terminar dirección, como no, de Villamarco.
Y esto es todo lo que ha dado de sí un fin de semana algo más largo de lo habitual, y en el que nos ha acompañado la buena meteo (con algún cacho que otro algo enrrevesada, pero buena al fin y al cabo).
